Capítulo 92. Muerte inminente
Luciana de inmediato volteó a ver a su marido y le preguntó:
—¿Quién es este hombre que nos observa desde la entrada?
Maximiliano le respondió que era su nuevo piloto, ya que había decidido no trabajar más con el anterior.
—Porque cuando más lo necesitaba, Fabio se negó a llevarme a la cabaña, enseguida añadió: Efrén, saluda a mi esposa, y a partir de ahora, ya no eres el suplente, sino mi piloto personal.
Efrén, que era el nombre del joven piloto, el cual veía entusiasmado. De inmediato dio las gracias con una brillante sonrisa en los labios, feliz de que confiaran en él.
Sin saber que, en realidad, Maximiliano en aquel momento no lo había elegido por sus habilidades como piloto, sino porque no había nadie más que se atreviera a volar en medio de semejante tormenta para llevarlo hasta su esposa. Sin embargo, no le reveló ese detalle al joven piloto, que estaba muy entusiasmado.
Luciana, al ver al chico aún de pie en la entrada, completamente mojado por haber seguido a su marido sin