Capítulo 61. Una cajita de sorpresa
Cuando Matías y Olivia estaban bajando las escaleras para dar su paseo, escucharon una pelea en la planta baja entre Mateo y su abuelo.
Lo que alcanzaban a oír era cómo Mateo le reclamaba por no haberlo tenido en cuenta para casarse con Olivia.
Olivia observó la escena con cierta irritación y pensó que, si no estaba dispuesta a casarse con Matías, ¿qué le hacía pensar a Mateo que lo haría con él?
Luego reflexionó: al menos Matías tenía un buen cargo en la empresa. En cambio, Mateo nunca había trabajado en su vida; era un vago dentro de la familia, muy parecido a un parásito en la sociedad. La gente solo lo respetaba por pertenecer a la familia Oliveros… y nada más.
De inmediato, terminó de bajar los últimos escalones con una expresión lastimera en el rostro. Se acercó a Mateo y, con voz suave, le dijo:
—Gracias, mi querido hermano, por estar dispuesto a sacrificarte por mí… pero no quiero que pelees con el abuelo por esto. Además, yo siempre he estado de acuerdo con sus decisiones, y