Don Francisco ya lo tenía todo listo para que Matías se casara con Olivia al día siguiente, pero ella no estaba de acuerdo con esta decisión y buscaba desesperadamente cualquier excusa para librarse de aquel matrimonio que no deseaba.

Incluso había considerado abortar al niño. Pero si lo hacía, tenía que lograr que todos creyeran que fue culpa de Luciana. Solo tenía un día para planearlo todo lo del aborto y cómo echarle la culpa a esa mujer.

Sin embargo, no tenía idea de cómo hacerlo, y menos cuando recordó las palabras de Luciana: que estaba preparada para cualquier cosa que ella intentara.

Y lo peor de todo era que, de alguna manera, esa maldita mujer siempre parecía saber lo que iba a hacer, como si pudiera leerle la mente.

Sinceramente, aquello no le parecía normal. Era como si alguien pudiera ver sus pensamientos más íntimos... así se sentía cada vez que recordaba lo que Luciana había dicho.

Y eso la estaba consumiendo por dentro, porque ya no sabía cómo enfrentarse a ella.

Y se