Capítulo 21. Había perdido la memoria
Maximiliano y Luciana iban en el carro rumbo al hotel, muy callados los dos. Ella, porque no quería decir nada más de lo que ya había dicho anteriormente en la iglesia; y él, porque aún seguía en estado de shock con la aparición de su esposa, sin saber qué decir ni qué preguntar en ese instante.
Después de un tiempo, cuando ya se había calmado un poco, comenzó a pedirle perdón por haberla dejado abandonada en mitad del mar.
Pero Luciana no quería hablar del tema, ya fuera porque todavía no superaba del todo aquel episodio, o simplemente porque no estaba lista para perdonarlo en ese momento.
Así que dijo:
—Dejemos ese tema para otra ocasión. Dado que es muy doloroso para mí recordarlo. Mejor disfrutemos de esta celebración por mi regreso, ¿qué te parece?
Maximiliano estuvo de acuerdo con ella, pues sabía que tenía razón, y ahora lo que importaba era que ella aún estaba con vida, y eso merecía una buena celebración.
Pero no pudo evitar hacerle otra pregunta:
—¿Por qué te demoraste tanto