Capítulo 15. Londres
Axel de inmediato le respondió:
—Muy fácil —y agregó—. Fue el mismo día en que recibimos los resultados de la prueba que te hicieron.
Luego comenzó a contarle:
—Cuando mi abuela recibió los resultados, los revisó junto a nuestros padres, y de inmediato comenzaron a discutir. Mi madre ya se había encariñado contigo y no quería devolverte, a pesar de saber que no eras la hija que estaban buscando.
Entonces, mi abuela, para presionarla, me contó toda la verdad, esperando que yo la hiciera entrar en razón, que la convenciera de que estaba mal quedarse con una niña que no llevaba nuestra sangre.
Pero lo que ella no imaginaba era que, desde el primer momento en que te vi, te quise como mi hermana y fui yo quien le dije que te quería como a mi verdadera hermanita.
Y si Lucía volviera a nuestras vidas, era un hecho que tú ya eras parte de nuestra familia, y no podíamos dejarte ir.
Por eso, en vez de Lucía —que era el verdadero nombre de mi hermana perdida—, mi madre te dio el nombre de Lucian