Capítulo 143. La muerte de Maximiliano
Luciana lo abrazó de inmediato, mientras conmovida le decía:
—Lo siento mucho, nunca imaginé que tu familia guardara un secreto tan grande como este. Al principio sí pensé que Verónica no parecía tu verdadera madre; sin embargo, me convencí de que quizás eran solo prejuicios míos por todo lo que me había hecho.
Luego agregó:
—Ya veo que lo que dicen es cierto… cada familia tiene su secreto bien escondido, aquel que jamás revelarían a nadie que no pertenezca a ella. Mi familia también ocultó muy bien que, en realidad, yo no soy su verdadera hija.
En verdad, Luciana dijo estas últimas palabras porque no sabía cómo consolar a Maximiliano en ese momento. Si ella aún no salía del estupor por lo que acababa de escuchar, no podía imaginar lo que él había sufrido al descubrir no solo que su verdadera madre estaba muerta, sino que la culpable era precisamente la mujer a la que toda su vida creyó como madre.
Mientras pensaba cómo ayudar a su esposo a salir de aquella tristeza, lo escuchó decir: