Capítulo 40. Estoy embarazada
Maximiliano ya estaba en la habitación hablando con Olivia, disculpándose por haberla dejado sola durante el último mes. Le recordó que, al enterarse de su embarazo, le prometió no abandonarla; sin embargo, lo olvidó por completo tras el regreso de Luciana y no estuvo presente para ayudarla con sus necesidades diarias.
Olivia, como toda una actriz digna de varios Premios Óscar por su impecable actuación, respondió con voz entrecortada:
—Max, yo soy quien debería pedirte disculpas. La verdad… me estoy interponiendo entre tú y Luciana.
Te juro que nunca quise que esto pasara. Por eso pienso que lo mejor es que este niño… no nazca, ya que no creo que Luciana pueda aceptar que es tu hijo.
Mientras decía estas palabras, un torrente de lágrimas rodaba por su rostro. Al ver que Max no se acercaba para abrazarla y consolarla, como solía hacerlo antes, redobló el llanto y continuó:
—Escuché que nuestro abuelo quiere obligarte a divorciarte de Luciana… para que podamos darle un hogar completo a