Capítulo setenta y cinco. Retoños de felicidad.
— — — — Narra Amy Carlson — — — —
Los guardias se han llevado a Arthur otra vez, en esta ocasión directamente a la prisión y todavía Brad y yo estamos sentados en el banco del juzgado.
En mis muslos están los archivos con toda la información reunida por nosotros y algunos documentos que el equipo de abogados nos ha entregado.
Me sigue pareciendo mentira que esto haya acabado. No puedo creer que por fin seamos libres de él, me cuesta asimilar el hecho de que vuelvo a ser la esposa de Brad sin persecuciones ni amenazas. Estamos juntos sin engaños, sin miedos ni trampas por poner.
Por fin después de mucho tiempo lo hemos logrado.
—¿Viste lo asustada que estaba?
La voz de Brad me devuelve a la realidad. La realidad en la que su hermana ha aparecido pero que, así como tan fugazmente llegó... luego se fue. No quiso decir ni una sola palabra a su hermano y mi marido está un poco conmocionado por ello.
—¡¿Cariño...?! —me giro y le tomo l