Capítulo setenta y cuatro: El legado de Arthur.
— — — — Narra Milicent Aramendi — — — —
He esperado tantos años por este momento que casi puedo sentir una sonrisa pugnar por dibujarse en mis labios. Mientras mis tacones resuenan en la sala en mi avanzada hacia el estrado puedo sentir los ojos de mi propio padre y mi hermano junto a su mujer analizar mi postura.
Sé que quiere averiguar qué hago aquí. Porqué hasta ahora aparecí pero no entenderán nunca lo que es vivir como yo he vivido.
Es muy duro ser la hija rechazadas el sucio secreto, en engaño familiar. Mi pobre suerte nunca me valió de nada hasta que Brad y su mujer se acercaron lo suficiente a mi como para que me decidiera a tomar las riendas de mi revancha en mis propias manos.
Mi madre ya ha muerto, por culpa de mi padre nunca fue feliz, nunca pudo amar ni vivir la vida que se merecía y en estos días posteriores a su muerte he estado pensando que es el momento de atacar. Ya no seguiré escondiendo los destrozos que provoca