62. UN NUEVO ENEMIGO
El campo de batalla era un caos tapizado de cuerpos y heridos de ambos bandos. El olor a sangre, metal y tierra quemada se mezclaba con la adrenalina y el rugido de mis hermanos de manada. Tras ellos una figura sobresalía imponente alzándose frente a mí.
Alto. Imponente. De hombros anchos y postura arrogante.
El líder de este ataque.
Vestía una túnica oscura que ocultaba sus rasgos por completo. El viento no alcanzaba a moverla, como si una energía invisible lo envolviera. No llevaba capa, pero cada fibra de su presencia lo convertía en alguien... sobrenatural.
¿Era un mago?
Esa palabra cruzó mi mente, y una punzada incómoda me recorrió la columna. No era común, pero tampoco imposible. Por más que lo pienso, no llega a mi mente una razón lo suficientemente poderosa como para que un mago nos tenga tal nivel de odio. No son muchos los magos con los cuales tengo problemas y esta apariencia no pertenece a ninguno de ellos. Estamos ante algo mucho más grande que un ataque por poder o terri