110. Interrupción
Stefan
Despierto sintiéndome algo incómodo y dolorido del cuerpo, las cacerías de estos días han sido agotadoras, pero sin duda he disfrutado todas y cada una, la sensación de librar al mundo de esos animales me deja una agradable sensación, eso sin mencionar el cobrar venganza por lo que le hicieron a Renata, la venganza no es buena, cierto, pero quien diga que no te sabe a gloria, miente totalmente.
Trato de girarme al otro lado hasta que noto que me es imposible mover el brazo, siento los músculos como plomo y me cuesta moverlo, pero curiosamente solo uno, de mala gana abro los ojos solo para encontrarme con una maraña de cabello rojizo a escasos centímetros de mi cara.
Abro mucho los ojos poniéndome en alerta al instante y recorriendo el entorno con la mirada, lo primero que percibo es el sonido de voces susurrantes, enfoco la mirada y me doy cuenta de que frente a nosotros se encuentra el televisor encendido, justo en este momento me llegan recuerdos de anoche, Renata recibié