No era la primera ocasión en la que Rous se lo hacia saber a Milán, solo que esta vez fue distinto, era necesario. Ella necesitaba hacerlo saber a alguien que en el fondo podría entenderla y no estremecer el mundo de Caleb, un hombre entregado y que no merecía una batalla más en su mente.
Milán la observó detenidamente, deseando encontrar una señal que delatara lo que el consideraba mentiras y manipulaciones. Fingiendo amnesia o negándose a lo que ellos eran en ese futuro.
Milán tomo la mano de Rous que reposaba en su pecho, diciendo de manera calmada y con un tono serio. —Debe existir algo que me pruebe que en verdad me haga creer que no eres la Rous que dices no ser y que vienes de un pasado alterno a este futuro que no coexiste con lo que vives en tu tiempo.
Rous relajó la mirada, no hizo por alejar su mano del pecho de Milán. Ella no contaba con las pruebas que le estaba solicitando Milán, pero aun así ella menciono. —¿Quieres pruebas? Tengo una que podría ayudar a confirmar mi ve