Edgar bufó - eres un cobarde - agregó por lo bajo.
-¡tú… - Quiso discutir; pero se contuvo - regresemos. Necesito recuperarme de esta noche. Me duele la cabeza - cojeó hasta la puerta.
Teo abrió con las llaves que aún no había devuelto, para luego dejar salir primero a los de atrás. Mientras cerraba, Ethan se adelantó; puesto que ya sabía la dirección de Edgar. La puerta chasqueó, luego, escuchó cerca de su oído - ¿sabes algo? - Oliver observaba a los hombres que se alejaban, con una mirada poco amistosa. Era más como si estuviera resentido - adivina con quién está saliendo.
-¿saliendo? - el peso extra lo hizo tambalearse a un lado.