-Ya lo creo. El señor está en buena condición - Javier ensartó el tenedor en un trozo de verdura que le pertenecía a él - parece incluso más sano que yo. Los años le han hecho un bien en lugar de un mal.
Su padre asintió - gracias a los cuidados de mi esposa me he mantenido en forma - mientras Teo masticaba con amargura.
Se distrajo en el árbol a lo lejos, que alzaba las ramas vacías sobre el techo de su habitación. Comió, como si estuviera solo - el joven Teodoro también está en muy buenas condiciones - escuchó a su lado; pero hizo lo posible por ignorarlo - veo que la cicatriz de la frente se borró por completo. Me alegra que no te haya quedado marca.
Teo masticó lentamente, después de