Abril se retiró de la oficina de presidencia. Fue a los baños, lavó su rostro y en silencio juró no llorar por algo que ella no ha hecho. Ella se considera inocente, los únicos culpables han sido sus padres que hicieron aquellos documentos sin su consentimiento.

En realidad, en el pueblo ese hombre que el día anterior se presentó ya había estado detrás de ella. Pero Abril nunca le hizo caso porque él es mucho mayor y, tampoco era de su agrado. En ningún momento se le ocurrió que desde que ella tenía quince años de edad ya eran esposos, solo él sabía de tal atrocidad.

Ahora lo maldice en silencio por haber aparecido y arruinar su vida. Pero de lo que sí está segura es que jamás va a renunciar a su trabajo aunque Alejandro se lo exija y si la quiere despedir deberá presentar una acción real para justificar el motivo de su despido forzado. Ella no le dará el gusto de humillarla como lo ha hecho hace unos minutos… ella se defenderá y le demostrará que puede ser feliz estando sin él.

—¡Ale