Finalmente, todos fueron al hotel cercano a ellos para descansar y olvidar la angustia que todos habían sentido al creer que estaban fallecidos. Aunque, la señora Matilde quería volver a la clínica para cuidar de su esposo, pero luego de hablar con él por videollamada y le confirmara que estaba bien y fuera de peligro decidió quedarse para no viajar a altas horas de la noche. No quería pedirle a su hijo que la acompañara porque no quería arruinarle sus vacaciones al lado de Gabriela.
—He reservado tu habitación, mamá—. Le informó Alejandro. Obviando el hecho de que Abril ya se había adelantado a reservar las de ellos.
—Hija. Quédate con tu prometido esta noche—. Sugirió a Gabriela. —Te has llevado un gran susto y es el mejor momento para que le demuestres todo tu apoyo a él, ambos se necesitan para calmar la ansiedad.
—Está bien, suegra. —aceptó con una sonrisa de respeto hacia la señora.
—Querido, estoy muy cansada. Vamos a nuestra habitación de inmediato. —expresó Gabriela frente a