“La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener. -Gabriel García Márquez”
Parpadeé lentamente, mientras mis pupilas se asimilaban a la oscuridad.
Las mantas me cubrían dándome calor, como un refugio escondido, y mientras los porrazos en la puerta despertaban mis agotados sentidos, supe al instante quien era.
Aparté las múltiples mantas de mi cobijo, y apoyé mis descalzos pies en la fría madera, mientras me preparaba mentalmente para lo que iba a pasar a continuación.
Me abrigué con una bata de terciopelo, mientras me acercaba a la puerta aporreada.
Abrí esta, mientras un suspiro tembloroso salía de entre mis labios, y mi organismo se agitaba por nerviosismo.
-Amor.
Las palabras golpearon contra mi como una puñalada, mientras los azules ojos de Ethan me recibían.
Por un instante estuve a punto de saltar a sus brazos y perdonarle cada fallo que cometió. Estuve a punto de pe