Varenna me dio tranquilidad con un amanecer repleto de gloria, simplemente magnífico en comparación a lo poco que es mi vida en este gran universo, lugar repleto de maravillas por doquier, tantas que no me va a alcanzar la vida para explorarlos todos.
Por ahora solo me veo capaz de admirar los hermosos colores del amanecer, esos pequeños rayos del alba que anuncian la llegada de un nuevo día.
Un nuevo comienzo.
Y esa fue mi principal motivación para comenzar esta mañana.
—Catherine, usa este vestido. —Escuche la voz de Han Emris desde dentro, él también se levantó bastante temprano solo para arreglar todo, algo innecesario, ya que lo veo guardando todo en las maletas cuando es mañana que debemos irnos. —Quedará bien para tus fotos.
Observe de reojo el dichoso vestido, dando la completa razón al hombre frente de mi, ya que la pieza es bonita, la típica que se pondría un personaje de fantasía además de un color blanco bastante bonito.
Vamos, seguimos con el blanco al parecer.
—Está bien