Identificar la preocupación de un hombre es terriblemente fácil, en especial cuando después de encender tan solo una pequeña chispa de tu enojo no despega su mirada de encima tuyo, demostrando en ella el temor de que en algún momento vuelva a alejarme de él como hace meses atrás lo hice.

Los contextos y momentos eran diferentes, hace meses atrás apenas y lo conocía, nos estábamos dando la primera oportunidad de ser amantes y en cuestión de segundos se me desvelo que él era casado, no por sus palabras y sinceridad, si no por el anillo que usaba en su mano con completo descaro.

Hoy, solo no me cumplió un capricho.

Venga, el mundo no se va a acabar porque no visite el jardín del hotel Villa Cipressi, al menos no el global, pero después de toda una vida en donde se cumplen mis caprichos al instante, me veo incapaz de aceptar un no por respuesta, en especial cuando Han Emris ya dijo en todo amo cara que entre sus planes estaba recorrer todo lo que faltaba del pueblo el día de mañana, menci