Italia, Roma. Una ciudad repleta de historias, hermosos paisajes y comida deliciosa. No me he arrepentido ni por un segundo de aceptar tan exquisito viaje a este destino, a pesar de que el primer día del mismo ya se perdió tomando un gran descanso después de todas las horas de vuelo que afrontamos.

¿Y cómo no desear quedarse aquí toda una vida? Si cuando apenas desperté, ya fuera de la habitación permanecía un mesero esperando para dejar el desayuno, mi novio dormía a un lado de mi y a través de la ventana, lograba ver la grande y vasta ciudad de Roma.

Es simplemente exquisito.

—Amor, ya estoy lista para salir. —Avise a Han Emris, siendo tan temprano por la mañana al punto en que aún no sale el sol, nuestro primer objetivo sería la conocida Fontana di Trevi, ese lugar en donde lanzar monedas al agua es una promesa de regresar a la ciudad y de amor.

Solo lanzaré una, no es necesario lanzar tres, ya que estoy muy segura de que ya encontré el amor.

—Recuerdame avisar en recepción que ma