Nos hemos vistos ya la segunda película, los snacks están a punto de terminar y no veo señales de acercamientos más notorios.
Si, ahora estamos abrazados de la típica cucharita, gran parte de su cuerpo está apegado al mío y cada beso que deja en mi mejilla de vez en cuando eriza mi piel de pies a cabeza.
Su respiración contra mi nuca es otra de las tantas sensaciones que experimentó con su cuerpo cerca del mío, a pesar de que busco tener algo de autocontrol, siento que en cualquier momento voy a ser yo la primera en caer a la tentación de esas brazos fornidos que me abrazan.
—Vale, ya terminó la película. —Hablo Han Emris, más en esta ocasión no pidió ver otra película, en su lugar sentí como se acomodó un poco atrás de mi. Voltee a ver de reojo, resulta que me topé con la imagen de él terminando de tomar una lata de cerveza y tirando está a un lado.
Pestañeo varias veces, sin atreverme a decir nada, después de todo, lo veo muy capaz de decir que ya es hora de ir a dormir y quedarse c