Varias de mis pertenencias fueron recuperadas de la casa de Dylan Montero antes de que fuera vendida.
Menos las que regaló a su mujer, claro está.
Tampoco me quejaria por ello, yo misma le había dicho que lo tirara y supongo que quiso darle un mejor uso.
Mi ex esposo se fue incluso antes de que se vendiera la casa, Diana sería quien se encargaría de darle el dinero después, el proceso de divorcio con Han Emris comenzó el mismo día y pronto ella será la siguiente en irse con el. Siendo sincera, ya todo lo demás que tenga que ver con él y su nueva esposa, me da igual.
¿Hoy?
Hoy solo permanezco tranquila en mi casa, casi me recupero del golpe dado en mi cara y realmente prefiero no dar la cara al público ahorita.
No, no falta mucho para las elecciones de funcionaria.
Pero mis ánimos son menos a mí fuerza, así que solo me doy el lujo de estar en casa de mis papás hasta que desaparezca el último rastro de un golpe.
—No salí en noticias… —Solté dolida para mi misma, después de todo acabo de