De todas las vueltas que dieron, la peor parte para Nina fue cruzar por un ancho riachuelo en un bote que se movía para todos lados y le revolvía el estómago
Magnolia no decía ni una sola palabra, Sara y Felipe se limitaban a seguir las indicaciones de la gente a su alrededor y Dante Hatclifft, con su traje perfecto y su apariencia pulcra, parecía fuera de lugar
Cada tanto, Nina lo miraba con desconfianza
- Supe que prefiere el cincel al pincel
- Yo se lo conté cuando fue a la exposición
- También supe que tiene un serio complejo a la hora de pintar algarrobos
Nina apretó los labios en una línea recta
Entre que ese hombre la siguiera desde hace rato y que incluso él supiera de lo que le costaba pintar el algarrobo a un costado de la casa, no sabía que era peor
Bueno… sí… el hecho de que la siguieran y la observaran continuamente, claro… pero eso no quitaba la vergüenza de Nina al sentir que un algarrobo le ganaba
- Últimamente… nada sale como deseo – murmuró
- ¿Lo dice por lo del alga