73. Pérdido
—¿Qué conseguiste, Germán? ¿Lograste algo? —Gladys pregunta desde su sitio, todavía sin acercarse hacia su escritorio.
German, todavía paralizado, no dice nada. No puede. Porque en primer lugar ésta verdad es severa. Está…realidad. Observa a Gladys con los ojos abiertos, y cuando ella se acerca, de una vez cierra el vídeo.
—¿Y bien?
—Eh, me parece que hay un error en la carga. El archivo no lo lee, no lo sé —Germán se levanta, finge una confusión que realmente no es genuina y la pantalla se queda en blanco cuando Gladys se asoma—. Quizás haya un error en el pendrive. Me gustaría revisarlo más a fondo para descartar que sea un virus.
—Oh —pronuncia Gladys con tristeza—. ¿En serio? No puedo creerlo. Tenía la esperanza de encontrar algo. ¿Y lo puedes arreglar?
—Necesito un par de días —Germán oculta su enojo con otra fingida calma—. Lo lamento. No puedo continuar con este archivo así.
—Está bien. Podemos continuar después. ¿Cierto? —Gladys se abraza a sí misma con una sonrisa reconfortan