Parte 2...
Le llamó por su apellido. No le importaba que sus empleados le llamaran por su nombre directo, pero quizás con Miranda era mejor. Se estaba volviendo muy floja.
- Sólo llámame cuando sea algo necesario - colgó.
Miranda fue audaz, en ese momento comprendió la pataleta de Cora contra ella. Y fue él quien le dio esa audacia al permitirle frecuentar su casa. Tenía otros dos asistentes y ninguno de ellos lo buscó allí.
Tampoco viajó nunca con ninguno de ellos. Miranda se había ofrecido un día en el que él tenía prisa por llegar a una reunión en París y acabó llevándola. Después acudió a otras cinco reuniones.
Fue un error. Se volvió complaciente y luego se distrajo con su relación con Cora, que negó que fuera siquiera una relación.
Miró hacia afuera y no la vio. Se levantó y se apresuró hacia la puerta y no la vio. Cogió el móvil para hablar con Taurus cuando ésta apareció por el otro lado, llevando unas flores de colores en una mano y el libro en la otra.
Su corazón se relajó.