CAPÍTULO 28
DANIELA CASARES
Al fin llegó el día más bello del mes, 24 de diciembre. He estado con mucho trabajo, gracias a Dios, todo el día tendré el salón lleno, mi prima Becky se ofreció a ayudarme.
Estoy terminado de arreglar a una muchacha, cuando suena la campana que avisa que alguien entra al lugar. Volteo y me doy cuenta de que se trata de Faby y sus primas.
—Hola, buenos días —Saludan.
—Bienvenidas, pásenle, ahorita las atendemos —Dice mi prima.
—Gracias —Le sonrien a Becky, ella le devuelve el gesto.
—Hola Dani —Se acercan a mí.
—Hola —Les sonrío.
—Está muy bonito el lugar —Comenta Aide admirándolo.
—Muchas gracias —Ambas nos sonreímos.
Faby y sus primas toman asiento en el sofá, nos damos una última sonrisa y continúo terminando las uñas de mi clienta.
Se vuelve a escuchar la campana y lo veo entrar, lo miro con ira. Se acerca a su hermana y a sus primas, les entrega un vaso con café a las tres. Ese mismo café también me compraba. Los miro de reojo, disimuladamente, algo le