CAPÍTULO 54
DANIELA
—Es el mejor 14 de febrero que me has dado.
—Iba esperando este día, ver tu carita al descubrir tu sorpresa.
—Me encanta todo.
Acuna mi rostro y me besa con ternura, poco a poco profundizando el beso. Me acuesta con delicadeza sobre la cama y con mis tobillos empujo mi cuerpo para quedar mejor.
Besa mi cuello mientras acaricia mi pecho, pellizca mis pezones; mi cuerpo tiembla y gemidos escapan desde el fondo de mi garganta. Su mano baja acariciando mi pierna, mi muslo, hasta llegar a mi intimidad. Arqueo la espalda, enredo mis dedos en su cabello, beso su clavícula y sus labios. Gimo mientras corrome deliciosamente.
Me pongo encima de él, con una sonrisa traviesa. Dejo besos húmedos en su cuello, me deslizo a besar su pecho, bajando muy despacio. Iker se retuerce en el colchón, río divertida; lo haré sufrir como él también lo hace.
Nuestros ojos se encuentran, hay oscuridad, deseo. Juego con él; su mano se posa en mi cabeza, deseando que le dé amor en su virilidad.