Demostrarme que realmente ha cambiado...
CAPÍTULO 38
DANIELA
—Iker —suelto un sollozo. Parpadea y eso me llena de felicidad: mi Iker ha despertado. Lo veo perdido, mirando a todos lados. Nos encontramos con la mirada, me acerco y le susurro:
—Tranquilo, no te vayas a lastimar.
—Danielita —musita con debilidad y algo de dificultad.
—Tranquilo, todo está bien. Vas a estar bien —sonrío, emocionada de verlo despierto y escucharlo hablar.
Me limpia las lágrimas de mi rostro con suavidad.
—Iré a avisarle al doctor —me suelto de su agarre y salgo.
Llego al área de enfermería y veo a Lili.
—Lili, ¿dónde está el doctor Gutiérrez?
—Revisando a un paciente, ¿qué sucede?
—Iker acaba de despertar, me habló —digo emocionada.
Lili rodea el escritorio y camina de prisa hacia su habitación.
Corro a la sala de espera y al ver a la familia de Iker me levantan de inmediato.
—¿Qué pasa? —preguntan todos.
—Iker acaba de reaccionar, dijo mi nombre.
Abrazo a Johana y lloramos juntas.
—Mi niño…
—Nuestro Iker despertó —digo con alegría.
Nos sonreímos.