—Thomas—
De un momento a otro, la loca de mi asistente me mira extrañada y luego se digna a hablar, sacándome de mis pensamientos.
-Bien guardadito se lo tenía jefecito.
-López, si supieras...
-Es la de su libro ¿no?
-Veo que no puedo ocultarte nada ahora.
-Mire jefe, ya le pedí disculpas por entrometerme, pero cuando quiera cuente conmigo, seré como tumba con todo lo que leí porque se lo merece, ella es una linda persona y se ve que lo quiere mucho y ese mini Tommy es un dulcito, me cayeron muy bien.
-Gracias López, la verdad es que mi familia es preciosa.
-Y me quitan un tremendo problema de encima.
-¿A qué te refieres?
-A sus citas a ciegas, con esto lo saco del mercado de inmediato.
-Dios, López, me haces reír.
-Bueno, menos risas y más acción jefecito, que ahora debe estar al cien con esta audiencia.
-Sí mi generala.
-Wow, ahora sí que me cae re bien jefecito. Sólo me falta el aumento de sueldo y soy feliz.
-Me caes muy bien López— digo soltando una sonora carcajada.
-Y u