-Thomas-
Bajé las escaleras y debo decir que mi fiel compañero me debió acompañar, mi espalda había comenzado a doler como la mierda, debería ir a ver a Alonso para que me revisara, aunque pienso que el pequeño diablillo era en parte el culpable de mis dolores físicos, entre los golpes en la noche y todo el juego con mis sobrinos me había sobre excedido y tengo que cuidarme, sé que siempre debo traerlo, pero por mi tozudez lo dejo.
-Buen día familia.
-Despertaste príncipe azul.
-También te quiero hermano, a propósito quiero pedirte un favor.
-Si puedo, por supuesto.
-Perfecto, te lo contaré más tarde, por ahora sólo necesito un buen café y volar, ya estoy atrasado.
-Hijo...
-Sí, Má.
-Sería bueno contratar más gente, con tu familia aquí me imagino que querrás estar más con ellos y no soy quién para obligarte a tomar mis casos, ya puedo volver ahora que Alma está en casa y se encuentra bien. Además, Dani podría ayudarme, mientras pueda...
-A propósito mamá, ¿algo sabes tú de lo