Diego Moran, es un empresario, que estuvo casado con Manuela Sánchez. Él es arrogante, egocéntrico, tiene fama de mujeriego. Manuela Sánchez se divorció de Diego Moran, por sus infidelidades y engaños. Su vida matrimonial no fue un cuento de hadas. Aunque ella estaba muy enamorada de su esposo, su relación estuvo plagada de las infidelidades por parte de él, además de su falta de interés en la relación, lo que, entre otras razones de magnitud, impulso la necesidad de que ella pidiera el divorcio. . Manuela estaba segura de que una reconciliación no iba a ser posible… jamás, pero Diego había vuelto a su vida después de un tiempo divorciados. En cuanto a Diego, en la actualidad lo único que le preocupa era reconquistar a su esposa y… evitar que se casara… con otro
Ler maisCapítulo 1 ¿Quién te dijo que podrías comprometerte con otro?
— ¡¿Qué significa esto Aarón?! — interrogó Diego Moran a su asistente con tono autoritario y demandante.— Es la información que me pidió—respondió el hombre con cierta vacilación, mirándolo fijo, creyendo que había hecho algo que enojó a su jefe.Diego Moran volaba de regreso a su ciudad natal en un lujoso jet privado, en una de sus manos sostenía una taza de café, mientras, leía el informe que le fue entregado por su asistente. Su expresión cambió de la tranquilidad a la rabia más absoluta a medida que leía el contenido de la investigación sobre las últimas actividades de su exesposa.— ¿Cómo se atreve ella? — Murmuró él para sí mismo, viendo las diferentes fotos de su esposa al lado de un supuesto prometido. — ¿Quién le dijo que podía hacer eso? — peleó con el informe en sus manos como si este estuviera la culpa de las cosas que estaba haciendo la mujer que quiere.Y con ferocidad desvío sus ojos inquisidores hacia el pobre hombre que temblaba nervioso.— ¿Estás seguro sobre esta información sobre Manuela Sánchez? Quiero que estés equivocado— lo último lo dijo en un susurro, con los celos bullendo en su interior al punto de hacerlo perder los estribos.—Completamente seguro, la señora Manuela, su exesposa, recientemente se ha comprometido con el heredero de la familia Dorantes; el señor Luis Dorantes. La publicación de su compromiso salió en los medios de comunicación. Es por esa razón que su padre y abuelo lo llamaron con urgencia.—Cómo redacta el informe—continuó diciendo su empleado. —Luis Dorantes le ofreció empleo como su asistente hace casi 11 meses, recuerde que ella tiene conocimientos administrativos. Desde que obtuvo el empleo, demostró su capacidad de forma muy interesante, y se ha convertido en su mano derecha, ella lo acompaña a almuerzos, cenas de negocios, entre otras actividades.—Solo estuve fuera del país por tres meses ¿Cuándo pasó todo esto?—se preguntó intrigado—Parece que el señor Luis Dorantes trabaja rápido jefe, o está muy enamorado, además ningún hombre la dejaría escapar, ella es hermosa, muy inteligente y valiosa— especulo, pero de inmediato, se mordió la lengua al ver el odio en los ojos de su jefe.— ¿Y no has considerado necesario informarme antes?— Usted me dijo que le pasara esa información sobre ella cada tres meses, nadie pensó que la antigua señora Moran tuviera esas ideas— ¡Estúpido!, ¿no consideraste que debía saber sobre esto?, mi esposa sale con un hombre, se compromete y no consideraste esencial pasarme esa información con carácter de urgencia, ¿el abuelo lo sabe?—El compromiso salió hace pocos días en los medios de comunicación y eso le causó un gran impacto, desde ese entonces ha estado muy deprimido, presumo que a eso se deben sus continuos malestares…Dos días después, casi al mediodía….A su llegada a la residencia familiar de Luis, su prometido, y luego de bajar del vehículo, Manuela Sánchez observó la presencia de muchos automóviles ostentosos y varios hombres que parecían guardaespaldas a un lado.—No me habías dicho que habría más visitas, pensé que solo estaría tu hermana Sabrina.Luis la observó embelesado, Manuela era de buena estatura, alta y con buen cuerpo, y su cabello castaño claro era el complemento perfecto para sus hermosas facciones, en su rostro se apreciaban unos maravillosos ojos azules, una nariz pequeña, labios carnosos con un ligero tono rosado, y una sonrisa inocente que lo tenía cautivadoÉl a sus 27 años ya se había encargado de la empresa constructora de su familia y su hermana Sabrina había escogido ser modelo, en la actualidad había alcanzado la fama y el reconocimiento mundial. Manuela aún no la conocía, pero según sus fotos en internet era bellísima, muy alta y sus padres están orgullosos de ella.—Lo lamento hermosa, yo no lo sabía, te traje para que te conozca Sabrina, desconocía que ella vendría con otras personas—No te preocupes por eso, solo espero estar presentable—antes de terminar de hablar, la puerta principal se abrió y salió el mayordomo, quien los saludó y le indico donde se encontraban sus padres y hermanaAcudieron allí, y los encontraron. Ya conocía a los padres de Luis. Ernesto, su papá, le caía muy bien, era amable y de buen carácter, otro asunto muy distinto era Isabella,, su mamá.Esa mujer la miraba de reojo, no disimulaba para nada, que Manuela no era de su agrado, y en una de sus escasas visitas la llevó a un sitio a solas y le aclaró la razón. Para su hijo quería una mujer con un mejor linaje, y ella no reunía los requisitos de la esposa perfecta para su único hijo varón, el heredero.Manuela la entendía perfectamente, Luis era el centro de su vida, lo amaba incondicionalmente y seguramente Manuela no era la pareja ideal para él, sobre todo por lo que ella creía era su deficiente situación económica. Incluso no había día o noche en que Manuela no se preguntará ¿Cómo podía haber aceptado aquel romance con Luis o más bien aquella idea descabellada? ¿Podía ser porque se sentía muy sola?— ¿Dónde está Sabrina? —les preguntó Luis a sus padres, deseando presentársela a su prometida—Está mostrando la casa a nuestro otro invitado de hoy, olvide decírtelo, luego te explico lo que sucede—le dijo muy alegre su papá, cuando escucharon las voces que se acercaron— ¡Allí están ellos! — Dijeron los padres de Luis—la pareja conformada por un hombre y una mujer muy altos hizo su entrada al gran salónManuela sintió que se congelaba cuando observó los rasgos faciales del invitado que entró con Sabrina al salón. Su sonrisa, previamente alegre, se quedó estampada en su boca de forma antinatural e incluso se ahogó, se sintió como que le faltara el aire con esa repentina aparición«¡No puede ser!, ¿otra vez él?»Unos ojos negros intensos la observaron, ella de inmediato se fijó no solo en eso, sino en su sonrisa sarcástica, con la cual siempre la observaba en otros tiempos.Diego Moran debía tener en estos momentos unos 35 años, su elegancia, buen vestir, su gran estatura hacía que sobresaliera de entre las demás personas en cualquier parte donde se detuviera. Su abundante cabello negro, siempre bien peinado y el modo en que fijaba la mirada con sus ojos negros, impactaban de gran manera.Como siempre él parecía burlase de su nerviosismo y de su precaria situación, en tanto él permanecía tranquilo, inconmovible, sin emociones visibles ante cualquier circunstancia. Sospecho qué había planeado este encuentro, nada en él era espontáneo, todo era planeado con anticipación.«Típico de él no dejará de ser el mismo mujeriego. El desgraciado debe haber planeado este encuentro, pensé que lo había dejado en mi pasado», reflexiono con amargura, recordando todo lo que ocurrió entre ellos, y las veces en que lo perdonó, la había lastimado tanto, que no creía poder olvidar nunca su vida con él.Aún resonaba en su mente las palabras de la arpía, prima de su exesposo, ella se regodeaba y se mofaba de ella, por haber sido casada mediante un trato de negocios y como al final, para echarle más sal a su herida, le recordó su incapacidad para concebir en el tiempo que llevaba casada, además le mostró una foto intima que se hizo pública de Diego siéndole infiel abiertamente con otra mujer, como si ella no existiera.Al parecer él había confiado en su prima Rosalía, ya que adicionalmente ella se burlaba constantemente de ella por su deficiente capacidad para complacerlo sexualmente y no saber cómo mantener a un hombre interesado en la cama, por lo que él buscaba en otras partes lo que ella no le daba.Ella había sido un chiste, un comodín, mejor dicho un hobby, para Diego Moran, ya no encontraba la forma de llamar lo que había significado para él.Después de su divorcio, harta de tantas situaciones que tuvo que enfrentar, creyó o más bien deseo realmente no volverlo a ver en su vida. Ellos se movían en ciudades distintas, muy diferentes, entonces qué hacía aquí, quién lo había invitado, estaba aquí a propósito, ¿la estaba buscando?, no esto no era posible, ellos dos no tenían nada que ver en la actualidad.Al verlo al lado de Sabrina, comprendió el impacto que ella sentía con su presencia, ella lo miraba con una gran admiración. Ese tipo no había perdido ese efecto que tenía en las mujeres a su alrededor, hasta en ella misma en su momento.—Ven conmigo Diego—lo condujo de la mano Sabrina hasta donde estaban ella y Luis de pie— conoce a mi hermano y esta mujer a su lado creo que es su prometida, Manuela te llamas ¿cierto?Manuela solo asintió con la cabeza, sin que pudiera emitir ni una palabra, incluso nadie reconoció el duro gesto que le dirigió Sabrina, tan parecida en sus expresiones a su madre.Diego estrechó la mano de Luis y cuando le tocó el turno a Manuela, la observó un rato y también estiró su mano. Manuela no quería tocarlo, no tenía la menor idea de lo que sucedería, sabía que él algo había planeado, pero ¿Qué era?Contrario a lo que pensó, Diego no hizo la menor señal de conocerla ante los demás, solo sus ojos le demostraron una señal de reconocimiento y una… amenaza cuando la vio prendarse del brazo de Luis, después de que él sostuvo su mano e incluso le acarició con su pulgar.Capítulo 107 Epílogo Cinco años después… La familia de cinco estaba pasando un rato muy agradable juntos. Diego se había tomado tiempo en su apretada agenda empresarial para estar un tiempo con su esposa e hijos. Elisa ya tenía 5 años, era toda una señorita muy bien portada. Finalmente, Diego y Manuela se casaron y la había adoptado, siendo ese el día más feliz de sus vidas. ¿Quién dijo que una niña adoptada se podía querer menos que uno propio? Ella amaba a su niña tan igual como a los dos hijos que tuvo. Diego y Manuela tuvieron dos niños, Alejandro el mayor de los dos y Alfonso el que solo tenía un año. En este momento Manuela estaba sentada en el suelo a la sombra de un árbol en el jardín de su casa y a su lado se encontraba Diego, ambos miraban orgullosos a sus tres hijos, quienes jugaban bajo su vigilancia. Muy cerca de ellos, Elisa le explicaba a Alfonso como utilizar unos juguetes, no obstante él solo gateaba de un lugar a otro sobre la grama sin temor y sin prestarle ate
Capítulo 106 La propuesta de matrimonio perfecta Transcurrieron dos meses y en ese tiempo todo volvió a la calma. la relación entre Diego y Manuela iba maravillosamente bien. Esa noche Manuela se encontraba frente al espejo de la cómoda de su habitación retocando su maquillaje. Su vestido color azul oscuro que le llegaba a los tobillos le sentaba perfectamente y no disimulaba su embarazo. Se había peinado con un moño clásico que dejaba al descubierto su elegante cuello. Ya se había maquillado de forma elegante y discreta, resaltando sus ojos, pero Diego por segunda vez la había abrazado y besado durante un buen rato estropeando su maquillaje. Él y ella compartían habitación y con frecuencia lo veía en bóxer, ya que era su modo de estar en la habitación. En otras ocasiones, al entrar al baño a ducharse comenzaba a hacer un striptease desvistiéndose tarareando y guiñándole un ojo. Este hombre era calenturiento en grado extremo, y así mismo en ese estado la tenía a ella. Ahora, final
Capítulo 105 ¡Vamos golpéame! Luis se pasaba una mano por la nuca mientras mantenía la otra en su bolsillo y se reía triunfante, ver a Diego tan afectado por sus acciones, representaba una grata satisfacción para él. — ¿Qué esperabas, que después que viniste y te llevaste a mi prometida de mi lado, te dejaría tranquilo sin más?, lástima que esta tonta no supo hacer bien su parte— lo último lo expreso con dientes apretados, mirando de reojo a Natalie con reproche. Diego apretó los puños hasta que sus nudillos se pusieron blanquecinos, aunque se obligaba así mismo internamente, a no mostrar irritación, era imposible, no hacerlo, porque era lo que tanto Luis como Natalie le causaba. —Escucha monigote, te equivocaste de mujer, ella fue mi esposa primero y tú lo único que buscabas era engañarla para instalarte como un vividor a expensas de mi Manuela— le gritaba Diego señalando con su dedo acusador. —Ella me gustaba, aunque nunca la ame profundamente, si me gustaba o mejor dicho, todav
Capítulo 104 ¿Cómo piensas resolver esto Diego? — ¿Qué pasa Diego?La llamada había enfurecido a Diego, un profundo resentimiento le recorrió todo el cuerpo— ¿Lo reconoces Manuela? —acerco el teléfono para que ella observara la imagen—Es Luis… ¿está con Natalie?, pregunto incrédula— ¡Es el cómplice de Natalie!, le afirmo él— ¿Es Luis? ¿Estás seguro?—Esta es la evidencia Manuela ¿Todavía confías en él? ¡Acepta la evidencia Manuela!— ¡Es que no entiendo cómo puede ocurrir esto! ¡No parecen cosas de él!, se negaba a creerloDiego puso cara de fastidio —Hay cosas sobre el que algún día te contaré, no te las he dicho por qué sabía que no me creerías, ahora mismo ese tipo lo que necesita es dinero, y creyó que intrigando a través de Natalie lo conseguiría!— ¿Cómo piensas resolver esto Diego? ¿Estarás en problemas?, ella buscó su mano y la apretó con fuerzas mordiéndose el labioDiego sonrió dulcemente demostrando mucha confianza— ¡No te preocupes! ¡No será peligroso para mí! No tengo
Capítulo 103 ¡Tú no eres rival para Diego!— ¡Lo que sucedió lo decidimos los dos!, ¡No vengas a hacerte la inocente! ¡Si hablas caemos los dos! ¡Mantente calladita!— ¡No viste su mirada! ¡Me amenazó con la prisión! ¡Fue aterrador! ¡Sé que si se lo propone lo logra! ¡Me pudriré en la cárcel! ¡Me salvo como quien dice la campana! Esa llamada que le hicieron fue mi salvación! ¡Hizo que se largara!— ¡No seas tonta! ¡No hay evidencia para culparnos ante la ley! ¿Crees que nos meterán a prisión por conspirar?— ¿Eso crees tú? ¿No te das cuenta? ¡Tú no eres rival para Diego! ¡Mira lo exitoso que es y tu empresa está en bancarrota! ¡Tú mismo lo dijiste! ¡Ese hombre es astuto!— ¿Te quieres callar? ¡No podemos pelearnos entre nosotros! ¡Tenemos que pensar en algo! ¡Me urge conseguir dinero! ¡He agotado todos los medios!, le decía desesperado.— ¡No hay nada que pensar, él volverá, tengo que irme lejos, no quiero ir a prisión!—No seas estúpida, él no puede probar nada, solo estaba sondeándo
Capítulo 102 ¿Cómo pensó que podría engañar a Diego Moran? Natalie se sentó en el borde del sofá, intentaba ganar tiempo mientras se le ocurría, algo que la sacará de este problema en que ella sola se había metido. La pregunta de Diego sonó cortante, cargada de ese espíritu inquisitivo que debían utilizar los abogados de un tribunal. «¿Cómo pensó que podía engañar a Diego Moran?» Ella inclinó la cabeza hacia abajo, como si estuviera pensando o quizás avergonzada, aunque Diego estaba seguro de que solo estaba ganando tiempo. — ¿Puedo hablar contigo a solas?, le dijo ella cautelosamente Hubo una pausa entre los dos…. Diego tenía una expresión facial amarga, su boca se endureció en un gesto indefinible. La frialdad con la que la miraba la asusto. Él se decidió y pidió a los agentes policiales un momento a solas, ellos salieron por un momento. Diego sabía que no tenía pruebas contundentes contra Natalie, solo trataba de asustarla para que le dijera quién era su cómplice. ¡Deseaba co
Último capítulo