POV de Cercei
Lucian estaba apoyado con naturalidad en el capó de su coche, las manos metidas en los bolsillos y el cabello despeinado dándole un aire de encanto rudo. Mi corazón latía con más fuerza en su presencia, impulsando una corriente de vida por mis venas.
Mientras cruzaba la calle, su mirada se fijó en mí, sus ojos siguiéndome sin apartarse.
—Hola —saludé con una cálida sonrisa. Sin embargo, la suya no tuvo la misma intensidad de siempre; había un atisbo de incomodidad en su rostro. No pude evitar notar un pequeño corte en su labio, una señal de que algo más profundo lo perturbaba.
—Hola —respondió con la voz tensa y una sonrisa forzada. Fruncí el ceño; mi preocupación salió a flote de inmediato. Ese no era el Lucian que yo conocía. Nunca lo había visto así.
—¿Te preocupa algo? —pregunté sin dudar, con la inquietud marcada en mi voz.
Él solo sonrió y abrió la puerta del copiloto para sacar un ramo de flores.
Agradecida, lo recibí, apreciando el toque clásico del gesto.
—Graci