POV de Cercei
A diferencia de todos los demás días, hoy Lucian brillaba por su ausencia en el café. Es difícil ponerlo en palabras, pero se siente como si realmente faltara algo. Lo admito a regañadientes: el lugar se ve mucho más vivo cuando él ocupa su rincón habitual, disfrutando de sus panqueques con crema y chispas de colores, fingiendo leer una revista.
Hoy mi motivación se vino abajo; todas mis sonrisas han sido solo una fachada. Claire debe de haber notado mi desánimo, pero se ha abstenido de hacer bromas al respecto. Me he acostumbrado tanto a la presencia de Lucian que ahora no puedo evitar sentir un vacío cuando no está. ¿Y si Claire tiene razón? ¿Y si en realidad siento algo por él?
Pero yo lo detestaba… o al menos eso creía. Solté otro suspiro; ya era el número mil del día. Me sobresalté cuando sonó la campanilla de la puerta y giré la cabeza enseguida. Mi corazón se hundió al ver que no era él, sino mi tía Melanie.
Forcé una sonrisa mientras se acercaba al mostrador.
—¿C