POV: Aurora
El olor a cartón viejo es el perfume de la pérdida.
Estaba sentada en el suelo de mi habitación, rodeada de cajas de mudanza a medio abrir. Eran las únicas cosas en esta mansión que se sentían mías. El resto —la cama con dosel, las cortinas de terciopelo, la alfombra persa— pertenecía a los Blackthorn. Pero estas cajas... estas cajas olían a mi antiguo apartamento. A detergente de limón y polvo acumulado.
Olían a mi padre.
Saqué un álbum de fotos con la tapa desgastada. Mis dedos temblaron al rozar el plástico. Hacía años que no lo abría. Mi madre siempre decía que "mirar atrás es tropezar hacia adelante", una frase bonita para decir que no quería lidiar con el dolor.
Pero esta noche, después de la cena, después de Kieran y su extraña tregua en el jardín, necesitaba recordar quién era yo antes de convertirme en la intrusa de Blackthorn Manor.
Abrí el álbum.
Ahí estaba él.
James Hayes. No tenía la mandíbula cuadrada de Marcus ni la mirada depredadora de Kieran. Tenía líneas