Teo – Punto de Vista
Algo estaba mal. Tan mal que el aire en la casa de la manada se sentía más pesado de lo normal, como si estuviera empapado de secretos.
Había estado inquieto todo el día: caminando de un lado a otro, observando, escuchando. Desde hacía días, los movimientos de Leonor no tenían sentido. Desaparecía a horas extrañas, regresaba con el rostro agotado pero con una sonrisa altiva, susurrando con personas con las que antes nunca hablaba.
Pero lo que realmente me golpeó en el pecho… fue cuando vi a Cloe.
La hermanastra de Dafne. La que se suponía debía estar a kilómetros de distancia, en la Manada Hierro Oscuro.
Estaba aquí, justo dentro de la Manada Luna Roja, de pie en las sombras junto a Leonor, ambas susurrando como si el mundo dependiera de ello.
Al principio pensé que mis ojos me engañaban. Pero la verdad fue tan clara como la luz del día cuando Cloe sacó una pequeña bolsa y se la entregó a Leonor: un amuleto de bruja, que apestaba a magia oscura.
Me escondí tras la