Capítulo 46. Vientos de guerra.
Capítulo 46. Vientos de guerra
No sé cómo explicarlo, pero lo supe desde el primer segundo. Esa mañana el aire estaba distinto. No era solo la tormenta que no se había ido en días ni el cielo negro que parecía apretar sobre nuestras cabezas. Era otra cosa. Una tensión en la piel, como cuando sabes que alguien está a punto de golpearte y te preparas sin tan siquiera pensarlo.
No abrí la cafetería. No tenía sentido intentarlo. La gente del pueblo estaba asustada, encerrada en sus casas, las ventanas cerradas y las puertas atrancadas. Ian vino temprano, con esa cara seria que solo pone cuando ya está seguro de que lo peor está a punto de pasar.
—Se mueven —me dijo apenas entró—. Los vi en el límite del bosque. No eran humanos.
No hizo falta que me diera detalles para entender que lo que fuera, venía a destruir. Pero no tenía idea de quiénes eran ni qué querían.
Asentí y me puse en pie. Mis manos temblaban, pero no de miedo. Era otra cosa, una mezcla de rabia y decisión. No pensaba h