Capítulo 47. El precio del poder.
Capítulo 47. El precio del poder.
No recuerdo el momento exacto en el que me caí. Solo sé que después de que Vivienne desapareciera entre el humo y las sombras, mis piernas dejaron de sostenerme y todo se volvió negro. La última sensación que tuve fue la de Alaric sujetándome por los hombros y gritándome algo que ya no logre escuchar.
Después de eso la nada me envolvió.
No sé cuánto tiempo pasó. Al principio fue como estar en un sueño
en el que no podía moverme ni abrir los ojos. Podía escuchar voces en la lejanía algunas de ellas eran conocidas como la de Ian y la de Alaric, también me parecía escuchar los murmullos asustados de la gente del pueblo. Otras no. Y esas otras eran las que más me inquietaban.
Eran susurros secos, repetidos una y otra vez. Voces femeninas, distorsionadas, que decían mi nombre como si quisieran arrastrarme con ellas. A veces gritaban, otras lloraban, otras suplicaban. Pero nunca callaban del todo. Eran las mismas que había estado escuchando durante dí