Capítulo 45. Las sombras se acercan.
Capítulo 45. Las sombras se acercan
Han pasado varios días desde lo de Alaric, desde que llegó medio muerto a mi cafetería y tuve que salvarle la vida aunque una parte de mí me gritaba que lo dejara pudrirse en la puerta. No lo hice. Y todavía me lo reprocho y me lo agradezco al mismo tiempo. Eso me tiene agotada. Estoy cansada de pensar, cansada de sentir que cualquier decisión que tome siempre termina dándome un golpe de vuelta.
Los clientes entran y salen de la cafetería como si todo fuera normal, como si yo no cargara con un secreto que podría hacerlos correr despavoridos si lo supieran. Ian no se me despega, aunque intenta disimular. Finge que viene a tomar café más veces de lo habitual, que pasa a ayudarme a mover cajas o que se queda limpiando tarde conmigo. Sé que lo hace porque no quiere dejarme sola, porque vio lo que puedo hacer y no sabe si temerme o protegerme. Yo tampoco sé qué prefiero.
Esta mañana, sin embargo, todo se siente distinto. No es paranoia ni cansancio