65. Por siempre
—Brayan, toma el auto y vete...
La voz del peculiar gris oscuro se escuchó en ese inmenso vacío, ambos, el castaño y Regina se separaron de inmediato.
Regina se puso su camisa y hundió su rostro entre sus piernas en ese momento, tal vez pensando en lo que vendría.
—S-Señor...
—¡Al auto...!— demandó con ira en la mirada.
Brayan observó a la pequeña hecha bolita en el suelo, ella le miró y con una sonrisa asintió, no quería causarle problemas, todavía recordaba lo de la última vez.
Brayan subió a su auto encontrándose con Selena quien lo observó buscando algo que la ayudara a deducir su estado.
—¿ La quieres...?— preguntó repentinamente haciendo que el castaño la mirase sorprendido.
Éste encendió el motor y sin responder a eso se dirigió a la mansión.
—¿ Ya vienes a reclamar a tu pájaro herido?— preguntó la pequeña con una sonrisa amarga — Por si quieres saber, se le rompieron las alas y por más que quiso salir volando acabó sobre la arena...
—Levántate...— demandó con un tono frío.
—Me