REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 14. Un amigo desesperado.
REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 14. Un amigo desesperado.
La despedida fue breve y amena, todo lo contrario de lo que sucedió en el mismo momento en que las puertas del ascensor se cerraron y lo escucharon bajar.
Cally acababa de marcharse cuando Cedric se giró hacia Tristan con los ojos desorbitados, y antes de que nadie pudiera reaccionar, lo tomó por la camisa y lo levantó del asiento como si pesara menos que un saco de plumas.
Tristan se tragó hasta su lengua; y Rowan y Alaric se levantaron de inmediato, tratando de separarlos.
—¡Oye, oye, tranquilo! —dijo Rowan, tirando del brazo de Cedric.
—¿Qué te pasa, idiota? —añadió Alaric, empujando suavemente a su amigo.
—¡Tú... tienes que ayudarme! —exclamó Cedric y eso bastó para que todos se quedaran medio petrificados, como si intentaran no soltar una palabra de más que pudiera alertar a Cedric, porque si estaba pidiendo ayuda evidentemente no estaba enterado de…
Pero para empezar ¿por qué demonios estaba pidiendo ayuda?
Cedric, sin soltar