CAPÍTULO 87. La cabeza fría y el corazón cálido
CAPÍTULO 87. La cabeza fría y el corazón cálido
Rowan apoyó la espalda contra la pared del pasillo, sintiendo cómo su corazón todavía latía con fuerza, como si quisiera salirse del pecho. Cedric y Tristán lo rodeaban, haciendo un esfuerzo visible por mantener la calma mientras lo observaban atrapado entre la determinación y la rabia; pero Cedric fue el primero en negar.
—Cálmate. No hace falta que te culpes —dijo, con un tono que buscaba tranquilizarlo, aunque también llevaba un dejo de alivio propio—. La azotea tenía cámaras. Grabaron toda la violencia de Ulises contra Raven. Se sobreentiende que ella le disparó en defensa propia.
Rowan frunció el ceño, intentando procesar la información. Cada imagen de Raven, llorando mientras sostenía la pistola, le seguía atravesando la mente. Se sentía extraño: alivio mezclado con la sensación de haber estado al borde de perderlo todo.
—¿Entonces… no habrá problemas con la policía? —preguntó con voz ronca, mirando al suelo como si temiera que cua