CAPÍTULO 58. Poker y chalupas
CAPÍTULO 58. Poker y chalupas
Aurora retrocedió, entre aturdida y aterrada. La sangre seguía saliéndole del labio inferior, y sus ojos brillaban, no de furia, sino de humillación.
—¡Ah! Y antes de que logres echarme de aquí —continuó Raven, sin moverse de donde estaba—, me aseguraré de gastarme hasta el último centavo activo de los Harrelson en joyas. Todas a mi nombre, por supuesto. Así, cuando estés en bancarrota, podrás recordarme cada vez que veas uno de mis collares en alguna portada de revista.
Rowan se mordió el labio inferior, observando la escena con una mezcla de orgullo y diversión. Su boca dibujaba una sonrisa apenas contenida, y sus ojos parecían decir: eso es amor verdadero.
Aurora soltó un chillido como de rata atrapada, pero si creía que podía devolverle alguna de aquellas cachetadas a Raven, muy pronto se dio cuenta de que la muchacha prefería terminar revolcada por el jardín y con un ojo morado solo para dejarle los dos ojos morados a ella. Así que se giró sin decir