CAPÍTULO 43. Batallas y guerras
CAPÍTULO 43. Batallas y guerras
Rowan llegó al edificio con el ceño fruncido. La escena no era la que esperaba. La gente apenas empezaba a entrar de nuevo, como si hubieran estado en un recreo largo y peligroso, y ahora, con desgana, retomaban sus puestos. Los bomberos se retiraban de la entrada con esa tranquilidad de quien ya sabe que todo fue una falsa alarma. Y en medio del pequeño revuelo apareció Alaric, saliendo del edificio con paso firme, pero sin ese aire apurado que la situación podría exigir.
—¿La alarma de incendios? —preguntó Rowan, y lo vio hacer una mueca de disgusto.
—Una falsa, pero fue lo único que se me ocurrió —respondió el con una sonrisa ladeada, medio divertida, mientras levantaba las manos como para justificar su acto—. Pero sirvió para retrasar la reunión.
Rowan no necesitó que le dijeran más. Entendía que su amigo había organizado ese pequeño espectáculo, y que lo había hecho para ganar tiempo, para preparar mejor la batalla que se avecinaba. Cruzaron una mi