UN PESO MENOS…
Zahida se arregló para la noche, y le pidió a Laya que le ayudara con Omar porque también quería llevarlo a la cena. Colocándose frente al espejo, pudo divisar que tenía un mejor semblante. Su rostro no estaba pálido, y había un brillo diferente en sus ojos.
Peinó su cabello con los dedos, estaba más largo ahora y luego bajó la mano a su vientre.
En unas semanas ya podría saber el sexo de su bebé, y estaba más que emocionada por eso.
Sin embargo, en medio de sus pensamientos, soltó el aire. Hakim le hacía mucha falta, y desde la distancia podía sentir su dolor, su preocupación y sobre todo la angustia que debía estar pasando con todo este dilema.
Él seguía sin responder a sus llamadas, y eso la tenía en un hilo constante.
—Mire este príncipe tan apuesto… —Zahida se giró.
Omar tenía una camisa manga larga y un corbatín negro. Estaba precioso, sus ojos verdes oscuros contrastaban con su piel blanca, y su sonrisa con hoyuelos, era para comérselo a besos.
Zahida extendió su