REINA DEL ODIO. CAPÍTULO 47. Una autorización firmada

Vanessa vacila, se humedece los labios antes de hablar y respira hondo.

—Escucha solo… estoy tratando de hacer las paces contigo. Sé que hemos tenido muchas diferencias, pero la vida de un ser humano está en juego, un ser humano que lleva tu sangre —me dice y no puedo creer que sus intentos de manipulación lleguen tan lejos… o que después de tantos años pueda creer que voy a caer en algo así—. Tú no tienes problemas de dinero. Podrías… podrías ayudarlo.

Frunzo el ceño pensativa mientras veloro la situación y luego asiento.

—O… tengo una mejor solución para ti —digo con frialdad—. Vende tu departamento y págale un tratamiento digno.

Vanessa me mira como si acabara de escupirle en la cara.

—¿¡Qué…!?

—¡Véndelo! —repito—. Vende tu departamento y usa el dinero para pagar su hospitalización.

La veo parpadear aturdida porque evidentemente en esa posibilidad no se le ocurrió pensar.

—¡Eso es una locura!… ¡Me estás pidiendo que sacrifique m