REINA DEL MAR. CAPITULO 18. Dolor
REINA DEL MAR. CAPITULO 18. Dolor
Me mira a los ojos y veo incredulidad, impotencia, consternación. El teléfono, que todavía tiene en las manos, parece a punto de romperse, y yo solo suspiro porque no entiendo por qué los hombres tienen esa tendencia a no escucharme cuando hablo. ¡Juraría que mi dominio del idioma es excelente!
—¿Quieres que te diga que no sé de qué hablas? —pregunto y él se adelanta hacia la cama con expresión frustrada.
—¡No me jodas, Ruby! ¡Dijiste que ibas a barrer con el cargamento de Sylus!
—¿Y en alguna parte de esa declaración pareció que te estaba mintiendo? —pregunto levantándome y tomando mi vestido para ponérmelo. No tengo ropa interior pero tendré que improvisar.
—¡No pensé que…! ¡Maldición, dijiste que lo harías en cuatro días! —exclama y no puedo evitar la mirada de molestia que se me escapa.
—Pues si me hubieras tomado en serio, princeso, te habrías asegurado de proteger tu carga, de protegerla muy bien, pero no lo hiciste porque no me creíste. ¿No es