REINA DE HIELO. CAPÍTULO 7. Un hombre en la oscuridad
REINA DE HIELO. CAPÍTULO 7. Un hombre en la oscuridad
Estoy rodeada por tres tipos rostros tensos, ropa barata, y respiración pesada. Uno de ellos se acerca y me toca la ropa por todos lados hasta que me arranca el disco del bolsillo. Me lanza una sonrisa torcida, de esas que hacen que te duela el estómago.
—Mira lo que tenemos aquí… —dice, girando el pequeño dispositivo entre los dedos como si fuera un trofeo.
—¡Devuélvemelo! —suelto, con una firmeza que no siento del todo.
—No estás en posición de pedir nada, muñeca —responde otro, uno con una cicatriz en la ceja y olor a cigarrillo rancio.
El tercero se adelanta. Tiene los ojos bajos, como si pensara más de lo que habla, pero su mirada se clava en mí con una intensidad sucia, enferma.
—Quizá el comprador quiera algo más que información. Tal vez le interese tener un paquete completo… —Su mano se extiende, rozándome el brazo y ahí es cuando el pánico verdadero me golpea.
El corazón me truena en el pecho. Me sacudo, le pateo la pierna