REINA DE HIELO. CAPÍTULO 6. Atrapada
REINA DE HIELO. CAPÍTULO 6. Atrapada
Salgo de la oficina con la mandíbula apretada y la cabeza alta. Sé que él me está mirando desde el otro lado del vidrio, lo sé aunque no lo vea, pero no le doy el gusto de volverme. Tengo que marcar mi distancia, mantener la ilusión de control, porque esto no se ha terminado.
Trato se seguir con mi proyecto si pensar en él, aunque es difícil que Viktor Nyström no sea un pensamiento recurrente. Sin embargo todo se me olvida dos días después, cuando vuelvo a casa agotada sin saber el desastre que me espera.
No dormí bien, llevo la cabeza llena de conjeturas y el cuerpo tenso como si estuviera a punto de estallar. Pero apenas abro la puerta de mi departamento, algo no encaja. Es sutil, pero lo percibo de inmediato: el aire huele raro, como a metal quemado, y hay un silencio incómodo, artificial. Todo está aparentemente en su lugar, pero yo no dejo nada al azar.
Me acerco al escritorio con un presentimiento apretándome el estómago y enciendo la computa