CAPÍTULO 84. El poder de la familia
CAPÍTULO 84. El poder de la familia
Han sido dos días de incertidumbre, de miedo, de tratar de convencernos de que Ruby es fuerte, de que va a despertar. Los médicos la mantienen sedada para ayudar a su recuperación, pero por suerte no ha habido más signos de que la hemorragia interna no se haya contenido, así que empiezan a retirarle poco a poco los sedantes.
Tengo que reconocerlo, los reyes se han portado de una forma en que no esperábamos, rentaron una habitación en un hotel cercano y es como la base de operaciones a donde vamos a dormir un par de horas y bañarnos por turnos antes de regresar, pero nadie se ha ido a casa.
Apenas está empezando a amanecer el tercer día cuando siento, juro que lo siento, que Ruby va a despertar. Al principio es solo un movimiento leve de sus dedos. Luego, un suspiro más profundo. Finalmente, sus pestañas se alzan, sus ojos se enfocan y nos encuentra a Verónica y a mí, sentadas junto a ella, tratando de contener las lágrimas y haciendo un esfuerzo para