Mundo ficciónIniciar sesiónEl reloj en la pared de la sala principal marcaba cada segundo con precisión cruel. Tick. Tick. Tick. Como una bomba que nadie sabía cómo desactivar. Las voces se elevaban unas sobre otras en un caos de desesperación que no conducía a ninguna parte excepto hacia el desastre.
Liam caminaba de un lado a otro con pasos que dejaban marcas imaginarias en el suelo de mármol. Sus manos se abrían y cerraban como si estuvieran buscando cuello que estrangular o pistola que disparar. Cualquiera de las dos serviría en este momento.
—Voy a buscarla —declaró por tercera vez en cinco minutos. Su voz sonaba como vidrio rompiéndose—. Iré a Siena. La encontraré. Los mataré a todos si es necesario.
Igor est







